Cuando una persona está incapacitada y no puede manejar sus propios asuntos, el tribunal puede nombrar a alguien para que la ayude. Incapacitado significa que la persona está tan impedida que no tiene la comprensión o la capacidad de tomar o comunicar decisiones personales buenas y seguras. No puede satisfacer sus necesidades personales de atención médica, alimentos, ropa, refugio o seguridad, ni ocuparse de las finanzas, ni siquiera con ayuda. El tribunal decide si alguien está incapacitado.
Una persona no está automáticamente incapacitada por tener un cierto diagnóstico como la enfermedad de Alzheimer o por tener una discapacidad de desarrollo. El tribunal revisa muchos aspectos además del diagnóstico cuando decide si alguien está incapacitado o no.
Si un tribunal decide que una persona necesita ayuda, puede nombrar a alguien tutor o curador. El tribunal también decide cuánto poder otorgarles. Puede decidir otorgar a un tutor o curador poder para tomar decisiones en algunas áreas de la vida de una persona, pero no en todas. Esto se llama Tutela o Curatela Limitada. Una tutela o curatela total es usualmente considerada como un último recurso cuando no hay ningún otro apoyo que haya ayudado eficazmente a la persona.
En una tutela o curatela, la persona que necesita ayuda no pierde derechos importantes. Por ejemplo, no pierda el derecho al voto o el derecho a la privacidad personal, a menos que el tribunal tenga una buena razón y emita una orden específica.