Fideicomisos en Vida

Un fideicomiso en vida es una forma de administrar su propiedad. Usted obtiene todos los beneficios mientras está vivo, y su "fideicomisario sucesor" puede administrar su propiedad por usted si usted queda incapacitado. Si está debidamente financiado, un fideicomiso en vida también le permite pasar sus bienes a sus seres queridos (o a organizaciones de beneficencia) después de su muerte sin tener que recurrir a la sucesión testamentaria.   

Un fideicomiso en vida se establece durante su vida. Ciertos bienes se transfieren al fideicomiso mientras usted aún vive. Después de su muerte, los bienes pueden ser transferidos a sus beneficiarios sin necesidad de sucesión testamentaria.

Recuerde, un fideicomiso en vida sólo cubre la propiedad puesta en él. Un "testamento de traspaso" (“pour-over”) siempre debe acompañar a un fideicomiso en vida. Un testamento de traspaso es un documento legal que asegura que sus bienes restantes se transfieran automáticamente a un fideicomiso que usted haya establecido. Si se invoca el testamento de traspaso, es posible que aún necesite una sucesión testamentaria.  

• Un fideicomiso irrevocable no puede ser cambiado o terminado después de ser firmado.
• Un fideicomiso revocable puede ser cambiado o terminado en cualquier momento, siempre y cuando usted siga siendo competente.   

Siempre es mejor hablar con un abogado que le ayude a decidir si un fideicomiso en vida es adecuado para usted. Si decide establecer un fideicomiso en vida, el abogado puede preparar los papeles para asegurarse de que se ajuste a sus necesidades. Entonces el abogado puede ayudarle a poner la propiedad en el fideicomiso. Un formulario de fideicomiso igual para todos puede que no le ayude a usted.

Tenga cuidado con cualquiera que lo presione para comprar un paquete de fideicomiso en vida. No trate con nadie que quiera que firme algo de inmediato o que pague dinero antes de que tenga la oportunidad de investigar más. Algunas empresas sólo quieren vender sus planes preempaquetados. No les importa lo bien que el plan satisfaga sus necesidades. Si un fideicomiso de "hágalo usted mismo" no se hace bien, puede causar problemas que cuestan dinero arreglar.

Aunque es posible hacer un fideicomiso en vida básico por uno mismo, es muy difícil sin la ayuda de un abogado. Un abogado examina su situación y puede explicarle las cosas. Si no tiene muchos bienes y no quiere restringir el acceso al dinero que va a dejar a alguien, es posible que un fideicomiso no tenga sentido para usted.  

Básicamente, usted hace o establece un fideicomiso mediante la firma de un acuerdo de fideicomiso. El acuerdo debe ser firmado por:

• la persona cuyo dinero y propiedades serán administradas por el fideicomiso (el Fideicomitente - usted) y
• la persona que administrará el fideicomiso (el Fideicomisario).

El fideicomisario debe seguir las instrucciones que usted pone en los papeles del fideicomiso. El fideicomisario también tiene que seguir las leyes sobre la administración del fideicomiso y la administración de los bienes. 

Luego transfiere la titularidad y el control de sus bienes al fideicomiso. Las personas que reciben los beneficios ahora y las personas que reciben sus bienes después de que usted muera se llaman beneficiarios.  Usted es típicamente el beneficiario mientras está vivo.

Algunas personas quieren un fideicomiso en vida como una forma de evitar la sucesión testamentaria. ¡Tenga cuidado! Los fideicomisos pueden ser confusos y caros. Piénselo detenidamente y busque asesoramiento jurídico. A menudo hay formas más sencillas de evitar la sucesión. 

En un típico fideicomiso en vida, usted sería el fideicomitente, el fideicomisario y el beneficiario. Esto sólo significa que es su propiedad, y que usted la administra mientras está vivo. Cuando muere, la propiedad es entregada a los otros beneficiarios que usted nombró en el fideicomiso.

Nota: Usted no tiene que ser el fideicomisario. El fideicomisario puede ser otra persona o una compañía financiera, como un banco. Debe nombrar un fideicomisario alternativo para que se haga cargo cuando usted ya no pueda administrar el fideicomiso y cuando usted muera. Si no nombra a alguien para que se haga cargo, entonces un tribunal se verá involucrado. ¡Eso es costoso y puede no ser lo que usted quiere! 

Sí. Este es un gran beneficio de un fideicomiso en vida. Después de su muerte, el fideicomisario o el fideicomisario alternativo, puede entregar los bienes del fideicomiso a los beneficiarios sin tener que acudir a los tribunales. Esto evita el costo y la demora de la sucesión testamentaria. Además, el uso de un fideicomiso es un proceso privado, no como la sucesión testamentaria, donde su testamento es un documento público. Vea nuestra hoja informativa, Preguntas Sobre la Sucesión. 

Sí. Aquí hay algunos ejemplos:

• Si dos personas tienen una propiedad en común en una tenencia conjunta, normalmente no hay sucesión testamentaria para esa propiedad. Cuando uno muere, la propiedad pertenece automáticamente al superviviente.

• No es necesario legalizar los bienes que nombran a un beneficiario. Por ejemplo, el dinero del seguro de vida va automáticamente al beneficiario nombrado sin necesidad de sucesión testamenaria. También se hace con una cuenta bancaria y cuentas de jubilación si se nombra un beneficiario.

• Usted puede utilizar una Escritura de Transferencia por Muerte en lugar de la sucesión testamentaria para dar su casa a alguien cuando usted muera. Vea nuestra hoja informativa, Transferencia de Escrituras por Fallecimiento.

Si el fideicomiso en vida se establece mientras usted es competente, el fideicomisario (o el fideicomisario alternativo) administra la propiedad del fideicomiso por usted si usted se vuelve incompetente. La propiedad debe ser administrada en su beneficio mientras usted esté vivo.

IMPORTANTE: Si tiene bienes que no están incluidos en el fideicomiso, necesita tener un poder para administrarlos durante su vida. Por ejemplo, no debe poner un IRA en su fideicomiso. Un IRA siempre tiene que estar a su nombre. Vea nuestra hoja informativa Poderes Notariales. 

Si usted está pagando para que alguien le ayude, generalmente cuesta más establecer un fideicomiso en vida que hacer un testamento. 

• Debido a que un fideicomiso en vida es más complicado, le cuesta más a un abogado prepararlo que preparar un testamento.
• Un fideicomiso en vida sólo funciona si le transfiere propiedad al mismo. Puede que necesite un abogado para manejar las transferencias, especialmente si transfiere bienes raíces.   
• Si el fideicomisario es una compañía financiera, cobra honorarios por administrar el fideicomiso.

Si no puede evitar la sucesión y tiene muchos bienes, puede ser más barato tener un fideicomiso que un testamento. Este es porque el testamento debe pasar por el proceso de sucesión testamentaria.  

La verdadera pregunta a responder es: ¿Qué cuesta más en su situación, un fideicomiso en vida O la sucesión testamentaria de su patrimonio? Esto depende de su situación específica, por lo que tiene sentido hablar con un abogado al respecto.

Vea nuestra hoja informativa, Preguntas Comunes sobre los Testamentos. 

Probablemente no. Esto se debe a que los activos financieros pueden ser administrados durante su vida mediante un poder notarial. Y pueden ser entregados a quien usted quiera después de su muerte nombrando un beneficiario sobre sus cuentas financieras y sus bienes inmuebles.  

Pero a veces, puede haber una buena razón para que quiera que el dinero se administre en un fideicomiso. Un buen ejemplo es si usted tiene muchas personas a las que quiere entregar sus bienes a su muerte. Es posible que usted no pueda hacer esto con una escritura de transferencia por muerte o con la designación de un beneficiario en su cuenta bancaria. 

Por lo general, no. Si usted solicita Asistencia Médica (MA) para pagar el cuidado a largo plazo, el estado considera sus bienes en el fideicomiso como bienes disponibles. Esto significa que son bienes que usted puede usar para pagar su cuidado. Usted tendría que usar estos activos hasta ser elegible para beneficios como MA.

Estos posibles problemas son otra razón para hablar con un abogado para ver si un fideicomiso le conviene a usted.